Capítulo 3 - El Verdadero
Atmósfera espectral. Todos, todo sobre la faz de Ekleipsis está rodeado por ella, aunque no puede verse a simple vista, al igual que el aire que respiramos. Algunos seres vivientes incluso están conectados a la misma, lo que significa que están conectados con el mundo mismo. El arte de la comprensión del entorno y de manipularlo a voluntad. Eso es la magia.
"¡Hey! ¿No vas a contestar?"
Yuki y el tipo que imagino es nuestro héroe lograron perder a sus perseguidores introduciéndose en los bosques del sur de Loregard. Aparentemente se han acostumbrado el uno al otro.
"Ni siquiera recuerdo lo que debía responder ".
"Durante el escape, cuando la ráfaga de viento golpeó a los guardias, ¿fuiste tú quien lo hizo? ¿Puedes usar magia?"
Mientras que parece ser sólo un paseo por el parque para Yume, de algún modo la chica tiene dificultades para caminar sobre las raíces de los árboles, además de que está caminando más lento que de costumbre. Es difícil no pensar que Yuki necesita salir más.
"No sé por qué te sorprende, hasta donde yo sé todos los demonios pueden usar magia."
Ekleipsis es poblado mayormente por humanos. Después por demonios y finalmente por elfos. Sólo los seres humanos carecen de una conexión con la atmósfera espectral.
"Todos los demonios, ¿eh...?"
Un recuerdo golpea la mente de nuestra heroína, el recuerdo de un hombre cubierto de negro, una mirada espantosa. Ella agita su cabeza tratando de deshacerse de él. Yume nota el comportamiento inquieto de la joven.
"Tomémonos un respiro niña, sé que lo necesitas."
Haya sido por empatía o por simple piedad, ella lo agradece. Mientras que silenciosamente dedica una sonrisa a su acompañante, la chica se sienta y se recarga en un árbol.
"Gracias... será sólo por... un minuto..."
De manera súbita cae dormida..
"Así que, no más preguntas para el resto de la noche."
Yume también se sienta y se apoya en el mismo árbol, luego enciende un cigarrillo.
Dejémoslos tomar su descanso tranquilamente. Por lo menos ahora sabes un poco acerca de cómo funciona la magia en este mundo. Si quieres leer algo que podría ser más interesante veamos cómo van las cosas en Thorald. El bar está abierto, sus clientes son en su mayoría personas de fuera así que nadie sabe sobre el incidente que envolció a nuestros héroes. Excepto, por supuesto, para sus trabajadores.
"Mira, Belle, ahí está otra vez."
El camarero apunta hacia el tipo corpulento que estoy seguro recordarán.
"Le debe faltar vergüenza para aparecer de nuevo por aquí."
"Lo sé, pero, siendo honesta, siento pena por él."
Oye, el sujeto estaba tan asustado que se desmayó, hasta yo siento pena.
"Démosle otra oportunidad."
Una amable sonrisa brilla en su rostro.
"¿Estás segura? Creo que deberíamos hecharlo mientras podamos."
"¡Sí, estoy segura, después de todo es un cliente!"
Hoy en día es difícil encontrar tanta dulzura. Hablando del falso Joel, el hombre no puede evitar sentirse frustrado. Fue humillado, La espada de la cual estaba tan orgulloso fue partida por la mitad, y por si fuera poco odia el hecho de que su vida fue salvada por una chica, la misma chica que estaba a punto de aplastar. Cada vez que cierra los ojos puede ver la imagen del demonio que se burló de él.
"¡Aquí tiene señor!, la casa paga."
Belle le da misma botella de vino de ese día, pero verla sólo lo hace enfurecer.
"Qué estás haciendo..."
No creo que le haya agradado el gesto.
"¡No se preocupe señor, siempre será bienvenido al bar de Thorald!"
Cuando la persona equivocada escucha palabras tan compasivas, estas pueden ser fácilmente interpretadas como una burla.
"¡Vete a la mierda puta! ¡No necesito tu lástima!"
El sujeto se pone de pie, mientras que voltea la mesa. La camarera cae y lo mismo ocurre con la botella. Todo el mundo se queda mirando al hombre.
"Qué ..."
El rostro de Yume reemplaza los de todas las personas a su alrededor. Las miradas son demasiado pesadas para él. Su cabeza se llena de las triturantes palabras del demonio. Los susurros penetran profundamente en sus oídos. El último vestigio de cordura en él se desvanece.
"¡LOS MATARÉ A TODOS!"
Un segundo, una chispa. Dos segundos, una llamarada. Tres segundos... el sujeto es cubierto por llamas. Un fuerte grito de horrendo sufrimiento escapa de su boca
"Me repugnas..."
Un hombre que usa una bandana camina hacia aquél que grita mientras se incendia, con un vaso de whisky en la mano.
"Cuando me enteré de lo que hacías, me enojé demasiado, imitador."
Nadie huye esta vez, mas tampoco tratan de ayudar. La lenta danza del fuego ha hipnotizado los tiene hipnotizados.
"Y pensar que hay gente lo bastante estúpida como para creer en tus mentiras... No, de hecho puedo creer eso."
Se bebe todo el whisky y luego arroja el vaso, contemplando la agonía del sujeto que se quema. Sus ojos, del mismo color de la sangre, muestran tanto ira como placer. Belle reacciona y mira la horrible escena. Rápidamente se pone de pie.
"¡Por favor! ¡Alguien ayúdelo!"
"Me temo que es demasiado tarde para eso, mujer."
El fuego al fin se apaga y el cadáver incinerado cae. Ahora toda la clientela se da cuenta de la situación, y aún así no pueden hacer nada más que observar. El terror tremendo les impide mover un músculo. El hombre de ojos rojos se dispone a abandonar el lugar.
"Les ayudaría a limpiar este desastre, pero, de cierto modo, acabo de hacerlo."
Dos incidentes, un día tras otro. De todos los bares de Loregard, Thorald debe ser el más desafortunado.
"Además, tengo una presa por capturar."
El pago de la bebida es dejado sobre una mesa. El tipo se va. Con lágrimas en los ojos, Belle pronuncia unas últimas palabras para él.
"¿Quién... quién es usted?".
Sin mirarla, sin detenerse, contesta su pregunta:
"Mi nombre es Joel.”
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