La Traición Del Amigo 05
A LAS AFUERAS DE FUYUKI
Isabelle entraba en una vieja pero enorme casa, al llegar a la sala hizo reverencia a un hombre que se encontraba sentado en una enorme silla de la madera mas fina.
"¿Señor me mandó llamar?"
Preguntó la chica con la vista al suelo
El hombre se movió y extendió su mano
"Mi querida Isabelle, durante toda tu vida haz servido a la familia Kalagham fielmente y hoy necesito que cumplas con una misión más..."
Isabelle asintió con obediencia pero confundida ya que su misión actual era servirle a Yoel
El hombre tomó una pequeña caja de madera y salió de las sombras.
"¿Sabes lo que es esto querida?"
"No señor, ¿Qué es?"
Abrió la caja y dentro había un cristal de color negro con lineas doradas
"Tu misión es entregarle esto a Yoel y obligarlo a usarlo...este cristal incrementará el poder de Saber a tal grado que podria compararse con Berseker"
"Pero señor eso mataría a Saber y no creo que el señor Yoel quiera utilizarlo... "
la voz de aquel hombre la interrumpió
"¡Qué no se te olvide que le debes tu vida a esta familia y antes de servirle a él, le sirves a esta familia!"
El hombre se puso de pie y se acercó a Isabelle
Era un hombre grande muy parecido a Yoel pero de mayor edad
"Yoel tiene que conseguir el Santo Grial para esta familia, esa fue la única razón por la que dejamos que él participara en esta guerra... así que usa el método que sea necesario para que obedezca y si no lo consigues... sabes muy bien lo que tienes que hacer.... al fin y al cabo Master para Saber no faltaraá
Isabelle apretó los puños pero disimuló, no le gustaba para nada la situación actual de la Familia Kalagham, aquella familia que algún día fue considerada una de las familias mas fuertes en el mundo de la magia
"Haré todo lo que este a mi alcance señor... le doy mi palabra"
"No esperaba menos de ti, la mujer más fiel a esta familia"
El hombre colocó la caja en la mano de la chica y caminó a su asiento dejando a Isabelle perpleja
IGLESIA DE FUYUKI
"¿Por qué no nos tranquilizamos todos...?"
Al preguntar eso Rosefield avanzó para intentar ponerse en medio de todos pero Yoel la detuvo con su brazo.
"Rosefield Aile ¿Cierto?"
La voz de Yuki era misteriosa.
"No crees que es muy tarde para pensar que esto lo podemos solucionar hablando..."
El sacerdote finalmente intervino con cierto enojo
"¡Basta jovencita, que parte de no se permiten las peleas en este lugar no entendiste...!"
La chica lo miró y en sus ojos un fuego se encendió, esa mirada podía derretir un tempano de hielo, Yoel no le quitaba la vista de encima pero seguía vigilando a Edward
"¿Quién diablos eres tú?"
Preguntó Saber al sentir un aura extraña. Antes de que Yuki pudiera responder Caster intervino.
"Tonta insolente como se te ocurre hablarle así a esta persona... no tienes idea del error que acabas de cometer..."
Saber apretó su espada lista para írsele encima a Caster en respuesta a algún ataque. Yuki agitó las manos tratando de calmar la situación.
"Caster, no es necesario que insultes a estas personas... simplemente tienen curiosidad"
Edward quitó a Lancer de en medio y encaró a Yuki.
"Tú no eres la misma chica que conocí en la biblioteca ¿cierto?"
Yuki avanzó unos pasos y sonrió macabramente.
"Edward Nightfall... Sabes debes haber causado una buena impresión a esta chica ya que con solo un encuentro, te recuerda e incluso te llama..."
Todos se sorprendieron al escuchar que se refería a ella misma en tercera persona.
"..."
En ese momento Yoel y Edward se dieron cuenta.
"Durante todas las guerras por el Grial la clase Saber siempre ha sido la clase más poderosa y el enemigo a vencer"
Yuki sonrió
"Pero debes enterarte de algo... Esa clase jamás ha conseguido la victoria"
Yuki comenzó a burlarse de él y después señaló a Edward cambiando su expresión.
"Edward puedo sentir el poder que fluye dentro de tí... es por eso que te daré una sola oportunidad... ven conmigo, únete a nosotros y mata a Yoel y a Saber...es tu única oportunidad de sobrevivir"
Yuki extendió su mano hacia él para que pudiera tomarla. Edward bajó la cabeza, el cabello cubrió su rostro evitando que su expresión se revelara.
Yoel cerró los ojos y cruzó los brazos.
Lancer bajó su lanza esperando la respuesta de su Master. La mano de Edward tembló por un segundo y comenzó a levantarla lentamente, su rostro seguía hacia abajo.
"Sabía que no podrías resistirte al poder Nightfall... eres un chico listo...deber..."
Algo sorprendió a Caster ya que no terminó su frase.
Edward levantaba el dedo medio apuntándolo a él.
"¿¡Quién demonios crees que soy!?"
Una sonrisa se apoderó de Edward al gritar esas palabras.
"Jamás seré el títere de nadie, me convertiré en el ganador de esta guerra, haré lo que sea necesario pero nunca me postraré de rodillas ante nadie...acabaré con Yoel o con quien sea que se entrometa en mi camino"
Edward parecía emocionado. Lancer sonrió y movió su lanza
"No esperaba menos de ti Edward, claro con tu característica forma de ser..."
Edward se veía satisfecho y orgulloso por las palabras de su Servant.
La ira de Caster se desató al haber sido humillado por las palabras de Edward.
"Nadie nos desprecia estúpido... te arrepentirás por haberlo hecho... veo en tu futuro la derrota y la muerte, ¡Yo el más grande de todos los profetas veo tu muerte en mis manos Nightfall!"
Un aura se extendió por el cuerpo de Caster y empezó a desbordar una cantidad enorme de poder. Yoel instintivamente se posicionó adelante de Rosefield para protegerla.
En ese momento Saber y Lancer saltaron contra Caster e intentaron golpearlo con sus respectivas armas pero justo antes de golpearlo se detuvieron.
"No puedo moverme..."
La voz de Saber llegó hasta los oídos de Yoel pero era inútil, tampoco él podía hacerlo. De hecho nadie podía. Yuki tenía en sus manos un viejo bastón, dio unos pasos y quedó frente de Edward.
"Me imagino que tienes mucha curiosidad de saber qué es lo que está pasando aquí ¿No es así? pues te lo diré solo para que te arrepientas de no haber tomado mi mano cuando te la ofrecí..."
Se dirigió a su Servant.
"¡Caster!"
"Sí... lo haré."
Sacó de su túnica una pequeña esfera de cristal y comenzó a girarla en sus manos, pronto una onda color azul se extendía e incrementaba su tamaño.
"¡Profecy!"
En un segundo el ambiente cambió, ya no se encontraban en la iglesia sino en una pequeña casa semi destruida, en las paredes se veían marcas de protección y escudos. En el fondo un pequeño altar con calaveras sobre él.
Yuki entró a la habitación.
"Caster, que es lo que quieres mostrarme"
La voz de Yuki se escuchaba ansiosa y con cierto temor.
"Vera mi señora, ya está todo listo... ahora que me dio el libro negro que le pedí, podemos comenzar e invocar el gran poder que nos hará ganar esta guerra..."
Las palabras de Caster llenaron de felicidad el corazón de la joven Master la cual tomó unos libros del altar y los llevó a un estante del otro lado de la habitación. Yuki le daba la espalda a su Servant.
"Ahora que lo pienso mi señora aun hace falta un pequeño detalle para completar el ritual..."
Despistada como siempre Yuki respondió sin voltear atrás.
"¿Sí... Qué es?"
"Un sacrificio..."
Las palabras helaron el cuerpo de Yuki quien jamás había hecho algo así, le desagradaba la idea, sin saber lo que Caster tenía en mente.
Unos círculos de energía golpearon a Yuki y envolvieron sus manos atándolas juntas y elevándolas por los aires, sus pies fueron envueltos también, la chica estaba indefensa.
"Pero... pero Caster ¿Qué estás haciendo?"
La voz de Yuki se estremecía y el temor apareció. Caster había tomado la decisión bastante tiempo atrás y había llegado el momento de llevar a cabo su plan
"Nunca tuve la intención de llamar Master a una mocosa como tú que no tiene ningún poder extraordinario... no eres más que una desgracia para la magia Yuki Mornen... Yo, el más grande Caster de todos los tiempos no merece ser llamado Servant sino Master... así que tomé este libro para lograr la invocación de mi propio Servant... No te preocupes pequeña, tú seguirás peleando y podrás demostrarle a tus padres que no eres un fracaso,"
Caster tomó una daga con mango dorado y piedras preciosas en él y sujetó la mano de la chica mientras le hacia un corte en la palma. Los gritos de Yuki eran desgarradores cargados con coraje y miedo a la muerte. Trataba y trataba de zafarse de su atadura pero le era imposible.
El Servant se dirigió a la pared y con la sangre de Yuki dibujó un pentagrama.
"Yuki Mornen encuentra la paz que tu alma necesita y olvida tu cuerpo carnal... "
De pronto el pentagrama en la pared se desprendió y colocó a Yuki en medio, la emoción que sentía Caster era solo comparable con el terror que sentía su hasta ahora Master.
"Basta... por... ¡favor!"
Yuki dio su último grito.
Una serie de luces penetraban sus brazos, piernas, pecho. Caster veía extasiado su obra como si fuese niño viendo su primer truco de magia. Caster comenzó a recitar el contrato.
El dolor que sentía Yuki se manifestaba por sus profundos gritos y suplicas... de pronto nada, Yuki calló.
La expresión de todos los que presenciaban aquel acto era de incredulidad y desprecio. Aile no podía contener las lagrimas al escuchar a aquella chica... inclusive Erichk se veía rebasado por la escena. Saber apretaba su espada, jamás había presenciado un acto de traición tan vil y cobarde.
Todo había terminado. Las ataduras de Yuki se desvanecieron y su cuerpo quedó parado con la mirada hacia el suelo.
"Yu... ¿Yuki?"
Preguntó el Servant con curiosidad.
La chica levantó la cara y su expresión era completamente diferente, aquellos ojos cafés se habían ido y ahora una mirada rojiza y malévola se apoderaba de la cara de la chica.
"¿Cómo te atreves a invocarme en este cuerpo tan débil...? ¿Cuál es tu nombre?"
La voz de Yuki había bajado de tono se escuchaba más profunda pero aun de mujer.
"Mi nombre es Caster... bu... bueno a ti puedo tenerte la confianza de revelarte mi verdadero nombre... he visto el amanecer y el ocaso del mundo, todo en mis ojos soy el profeta de todos los tiempos ¡Michel de Nostre Dame"
Yuki lo miró sorprendida.
"Tu leyenda no es mentira mi estimado Nostradamus... eres un excelente hechicero y ahora yo seré tu Servant... Soy el mago más poderoso de todas las eras, de todas las leyendas y mi poder es tuyo... tú ordena y yo cumpliré tus ordenes..."
Lentamente la imagen se empezó a distorsionar y la incandescente luz borró todo
Segundos después habían regresado a la iglesia, Yoel agitó su cabeza tratando de acomodar las ideas, Edward no se movía, su expresión era indescifrable.
Yuki movió su bastón y liberó a los Servants.
"Como podrán ver hemos formado la alianza suprema entre los magos más poderosos de todos los tiempos así que arrodíllense y perdonaré sus vidas"
Saber alzó su espada y después apuntó a Caster.
"En mi vida vi bajeza igual o peor a la tuya, parasito no eres más que un perro en busca de poder así que te mostraré el poder de mi espada... ¡pelea Caster y paga por tus pecados!"
Caster no respondió.
"Es todo por hoy... pero pronto la batalla reiniciará y la sangre cubrirá la tierra..."
Yuki volteó con Edward.
"Lastima... tuviste la oportunidad de unirte a mí y sobrevivir... ahora tendrás que morir"
Dio la vuelta y se dirigió a la salida pero la voz de Edward la detuvo.
"Yuki, Caster... ustedes se han convertido en mi principal objetivo y no descansaré hasta encontrarlos..."
"¿Todo por una chica?"
"No... por la supremacía... para ser el mejor tengo que derrotar a los mejores y que mejor que matar al mago más poderoso de todos los tiempos ¿No lo crees Merlín..?"
Edward sonrió y el entusiasmo regresó a su rostro
Caster se sorprendió al escuchar la conclusión de Edward. Por su parte el resto de los presentes no dijeron una palabra. Esto se había vuelto entre ellos dos.
"Sobrevive Nightfall y te veré en el horizonte donde respirarás por última vez"
Los Casters se habían ido segundos más tarde. El padre Abel no entendía aun qué era lo que había pasado
"Bueno jóvenes tenemos que tomar la decisión... como dirigente de esta iglesia les ordeno que detengan la pelea entre ustedes hasta que hayan eliminado a Caster ya que es una verdadera amenaza para el mundo, únanse y destrúyanlo"
Yoel tocó el hombro de Rosefield y la hizo a un lado para pasar rumbo a la puerta.
Saber envainó la espada y se colocó junto a su Master.
"Rosefield... ten mucho cuidado con lo que elijas hacer... y padre... no estoy interesado ni en formar alianza con nadie o si Caster es una amenaza, si los encuentro en mi camino acabaré con ellos..."
Yoel parecía muy firme en su decisión y Saber compartía el sentimiento.
Por su parte Edward sacó otro cigarrillo y Yoel le lanzó su encendedor.
"Yo me encargaré de Caster y su nuevo Master pero lo haré por mí mismo... jamás he necesitado de nadie y no empezaré ahora"
Edward se dirigió a la puerta y cruzó la mirada con Yoel.
"No te confundas Yoel, el hecho de que vaya tras de Caster no cambia el hecho de que te aplastaré cuando te vea en el campo de batalla"
"Estúpido Inglés"
Respondió Yoel con una sonrisa de soberbia en su rostro. Por su parte Saber no le despegaba la vista a Lancer, quien la veía con atención en la cruz que Saber llevaba dibujada en su armadura
"Espero tengas presente la responsabilidad que es llevar esa cruz Saber"
Parecía haber cierto nexo entre esos dos. Ambos equipos desaparecieron y dejaron al resto en la iglesia.
"¿Y bien, puedo contar con ustedes?"
Rosefield asintió aun tratando de procesar todo lo que había sucedido. Erichk igualmente aceptó.
Fue así como la alianza entre estos Masters se concretó.
Una vez que Abel se encontraba solo se puso a repasar repasar los acontecimientos de esa noche
"Nunca crei que dos Masters tuvieran el poder necesario para meter a sus Servants a esta iglesia y mantenerlos ocultos por tanto tiempo... esta guerra comienza a ponerse interesante..."
CUALQUIER LUGAR DE FUYUKI
Un joven de cabello largo y gafas observaba un lago, de pronto un hombre con el cuerpo lleno de vendas apareció detrás de él.
"¿Lograste averiguar algo?"
"Si mi señor, al parecer Caster asesinó a su Master e invocó un Servant... la confusión en estos momentos seria la mejor arma para atacar sigilosamente..."
El hombre despedía un poderoso olor a muerte y maldad
"Atacaremos Assassin"
Continuará...
La traición del amigo 05
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