"¡Por favor, tienen que dejarme verla!"
"Lo siento señorita, pero hasta que no sepamos qué hay detrás de esos dos, las visitas no están permitidas.”
Parece que la mesera no podrá visitar a nuestra heroína. Decepcionada, se retira.
“No pude decirle... que yo soy la persona que estaba buscando.”
Vamos, claro que ya lo sabías. Pero lo que no sabes es que fue lo que sucedió con Yuki y el fumador. Bueno, en realidad no es tan difícil de imaginar, los soldados imperiales irrumpen en el bar y observan a un hombre inconsciente y dos personas armadas, adivina lo que ocurrió.
"No sé tú niña, pero esta es mi primera vez en la cárcel de Thorald.”
El lugar no está tan mal, tiene celdas individuales, y cada una tiene su propia cama. Yuki está sentada en la de ella, el fumador recostado en la suya.
"Esta es mi primera vez en una cárcel..."
Como puedes notar, Yuki no se encuentra de buen humor.
"¡Argh! ¿Cómo ocurrió esto? ¡Lo único que quería era encontrar una biblioteca!"
Sí, definitivamente de mal humor, pero de un modo divertido. Como una niña berrinchuda. El fumador por el contrario parece disfrutar estar encarcelado.
"Si no te gusta, vete."
"¿Te refieres a una fuga? No soy una criminal.
"Entonces por qué estás aquí."
Porque estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. La heroína comienza a pensar sobre lo que pasó, como trató de defender a una chica y casi se metió en una pelea, y como un hombre casi mata a otro en frente de ella.
"En verdad eres... un demonio? "
Las cosas están a punto de volverse serias.
"¡Hell yeah!"
O quizá no
“¿Por qué la pregunta?”
Así está la cosa, no sé como traten a los demonios de donde tu vienes, pero en ekleipsis están etiquetados como algo peor que la escoria de la sociedad. Razón: Miedo
"Porque... verás... yo..."
"Ahh, la pequeña espadachín tiene miedo de este maldito bastardo.”
Noten como su rostro no pierde la sonrisa. Como dije, no hay vergüenza.
"Tienes razón... te tengo miedo.”
"Mientras que algunos pueden tener características únicas que los hace fáciles de identificar, la mayoría de los demonios se ven exactamente igual a los seres humanos. A pesar de ello, son considerados como monstruos. La historia les ha marcado como seres malvados que disfrutan de usar su fuerza para someter a crueles torturas a los más débiles, sólo para finalmente asesinarlos con sádicabrutalidad.
"Pero no es lo que piensas..."
Aún cuando se siente nerviosa, hay algo de lo que necesita estar segura.
"¿Planeabas matar a ese hombre?"
La chica tembló un poco.
"¿Quién sabe?, me quitaste la oportunidad.
Eso fue más un sí que un no, supongo.
"¡Por supuesto! No quiero ver a alguien morir delante de mí..."
"... y sin embargo me atacaste con tu espada .”
La interrumpió, pero tiene un punto.
"¡Eso fue...!"
"Tranquila niña, está bien."
Incluso si lo hizo por instinto, casi toma una vida, y para qué?, para salvar a otra. La pregunta aquí es, ¿estaría bien? De cualquier modo vería la muerte de alguien. Probablemente tiene que entender que no todos los caprichos pueden ser satisfechos.
"En el bar... cuando tomaste mi lugar en la pelea, me sentí aliviada, y sin embargo te estoy juzgando... Lo siento."
Yuki abraza a sus piernas y oculta su rostro. El lugar pemaneció en silencio por un rato.
"El nombre es Yume, sólo así. Sin apellido elegante, ni un lugar de nacimiento."
Buen intento de animarla.
"Jeje, ¿siquiera recuerdas mi nombre?"
"Recuerdo que eres de Loregard."
Oh, bueno, parece que funciona.
"Soy Yuki, Yuki Mornen.”
"Bueno, Yuki, no sé que opines tú, pero para mi es un placer conocerte."
La chica observa al joven, aquel que se supone debe ser temido, odiado, y no puede evitar pensar que es tan sólo un tipo pesado y despreocupado.
"¡Ahora salgamos de aquí!"
"Espera... ¿Qué?"
El tipo se pone de pie. Eso debe significar que habla en serio.
"Verás, quería tomar un descanso, pero el hecho es que los lobos odian las jaulas.”
"¿Lobos?"
Yuki se apresura a levantarse de la cama, tropieza y cae.
"Eres una niña torpe, ¿no?"
"De todos modos, ¿de qué estás hablando?, ¿tratas de escapar? ¡Y por qué tengo que ir contigo!"
"Oh, no tienes que hacerlo. Pero para que lo sepas, puedo hacer que entres en la Biblioteca Real de Algalord".
Algalord. La ciudad más grande e importante de Ekleipsis, donde el Rey de Reyes reside. Y también está la Biblioteca Real, la máxima fuente de conocimiento. Y él lo está utilizando para tentar a nuestra heroína.
"¿Sabes?, a quién le importa, en uno o dos días estarás fuera de aquí y podrás comenzar tu viaje de nuevo."
Eso es verdad, después de todo una chica normal de 16 años tiene toda su vida por delante, uno o dos días no son tanto. Pero…
"Pero escucha niña, la libertad es lo único que tiene un significado para mí, y esa es una meta que no puede esperar. La pregunta es: ¿qué hay de la tuya?”
No importa si se trata de un día, una hora, un minuto o un segundo, por aquello por lo que Yuki está viajando ha esperado el tiempo suficiente.
"Iré contigo".
"¡Sí! ¡Ese es el espíritu, chica!, y no te preocupes, no voy a arruinar tu reputación."
"¿Qué quieres decir?"
"Ya lo verás."
Ya es de noche. Los soldados imperiales se están desplazando de sus turnos de guardia. Todo parece ser normal fuera de la cárcel... y entonces un fuerte sonido, como el de una explosión, perturba la calma.
"¿Qué demonios está pasando?"
Uno de los muros de la prisión se ha desmoronado. Fuera del humo viene Yume, cargando a nuestra heroína de curioso modo.
"¡Púdranse perdedores imperiales!"
Los guardias de inmediato persiguen al par.
"¡Detente! ¡Déjame ir!"
Yuki grita, haciendo un escándalo.
"Perfecto, continúa con tu parte."
"¡No, en serio! ¡Déjame ir!"
Casi están fuera de la ciudad. Todo lo que tienen que hacer es ir a través de la entrada del pueblo, pero tienen que pasar por dos guardias más.
"¡Alto ahí criminal"
"¡Por supuesto que no! ¡Los reto a venir a por mí sabiendo que llevo a esta chica como rehén!"
Dudan un poco, pero deciden atacar al demonio. Entonces él extiende su brazo hacia ellos y, de repente, son golpeados por una ráfaga de viento. La muchacha se sorprende al verlo.
"¿Eso fue... magia?"
"Vamos niña Yuki, Algalord nos llama!”
Y después de una fuga de prisión extrañamente fácil, la pareja desaparece en la oscuridad...
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